Un momento que alivia el alma, uno de esos momentos que se guardan cuidadosamente en la palma de la mano y en la memoria. Como una alegoría pacifista , los ángeles llevan una dulzura alegre , e invadiendo el cielo, juegan con su ingravidez. Llenan la noche de nubes blancas y de plumas , toneladas de plumas que el público recibe con las dos manos en alto expresando asombro y felicidad. Iluminados y luminosos.