A veces los White Horses, cuando las nubes comienzan a crear formas e imágenes, aparecen juguetonamente: una manada de caballos de viento con crines y colas danzantes. En su transparencia etérea, se funden con el cielo cambiante y casi parecen caballos espirituales míticos. mientras flotan en una suave brisa, los escuchas llamándose, relinchando y respirando…