Cuando el más glorioso, el más suntuoso de los Reyes Magos, pero también el menos modesto, llega sin previo aviso y con toda sencillez, en su bizarro dromedario, para dar la bienvenida a un recién nacido, nunca deja de estar acompañado de coloridos sirvientes para cantar su gloria. Es el gran rey Baltasar Viene con todo séquito, en su dromedario mágico
