Los 5 carnavales más ancestrales de España

26 de febrero de 2017

Ya se oyen las comparsas y chirigotas. Toda España ya ha elegido su disfraz de carnaval. Todo el mundo se prepara para elegir a sus reinas y ya se huele el ambiente festivo que acompañará a todos los españoles hasta la cuaresma. Seguramente hayas estado alguna vez en Tenerife o Cádiz y si no, ¿a qué esperas?. Pero si lo que te apetece es vivir otro tipo de experiencias carnavalescas más curiosas y tradicionales, aunque menos conocidas, te indicamos algunas propuestas divertidas sin que salgas del país.

¿Sabes por qué son menos conocidas? Durante la Guerra Civil española y toda la etapa franquista esta fiesta quedó totalmente prohibida, por lo que en muchos lugares de la geografía de nuestro país las costumbres y tradiciones de esta festividad fueron perdiéndose con el paso de los años. Costumbres y tradiciones que poco a poco se están volviendo a recuperar como es el caso de:

 El Carnaval de Bielsa (Huesca)

7De marcado carácter etnológico, el carnaval de Bielsa es uno de los más tradicionales del pirineo oscense. Los jóvenes se disfrazan de “trangas”, personajes míticos mitad humanos mitad animales; machos cabríos generalmente, símbolos de virilidad y fertilidad, que se dedican a asustar e intimidar a quienes se encuentran en su camino. Las jóvenes van ataviadas de “madamas” con vestidos blancos y gorros adornados con cintas de colores. Ellas representan la pureza. Además, en las calles belsetanas podemos encontrar osos, domadores, amontanos, caballés o garretas, que gracias a sus máscaras, lograron desafiar a la dictadura perdurando en el tiempo hasta nuestros días. El oso y el domador: el oso es un personaje salvaje y temido, que hace valer su fuerza allá por donde pasa. Son llevados por los domadores, que solo lograrán domarlos con golpes y tragos de vino. El amontano (o agüeleta), simula a una abuela llevando a un hombre a sus espaldas y que empleará el látigo a diestro y siniestro. El caballet, simula a un hombre montado en un caballo colocándose en la cintura un caballo de cestería y sacando las piernas por debajo.

Más allá de lo típicamente festivo, el carnaval dice adiós al invierno y da la bienvenida a la primavera, símbolo de fertilidad y generadora de vida. Además, es el momento de ayudar a los difuntos a  encontrar el “Más Allá” con el fin de que concedan la fertilidad de la tierra, de los hombres y de los animales, necesarias para el resto del año. Sin embargo y para que eso sea posible, los vivos deben entrar en la nueva estación purificados, sin culpas ni vicios. Así, los aspectos negativos se personifican en el personaje de Cornelio Zorrilla, un muñeco que pende de la fachada del ayuntamiento durante todas las fiestas y que finalmente será juzgado y condenado a muerte, llevándose a la tumba los pecados de la población.

 El carnaval de los Zarragones (Luco de Jiloca – Teruel)

6La localidad de Luco de Jiloca ha recuperado en los últimos tiempos una de las fiestas de mayor interés comarcal: el carnaval de los Zarragones. En él, conviven durante esos días tres grupos de personajes grotescos que de igual manera se dedican a asustar e intimidar a los  asistentes: los zarragones, los diablos y las madamas, especialmente distinguidos por sus ropajes y su deformidad.

Los más importantes y con mayor tradición en la fiesta, los zarragones, de carácter alegre cubren su cuerpo con telas de saco o de arpillera mientras que la cara está cubierta por una máscara. Se colocan una chaqueta vieja y, sobre ésta la tela de saco. Entre ambas se dispone un relleno de paja o bien un cojín, formando una gran chepa que deforma aún más su figura. Mediante una cuerda atada alrededor de la cintura se colocan varios esquilos en su parte posterior. Como complemento, van provistos de una tranca (palo largo acabado en varias puntas) en cuyo extremo se colocaba una piel de conejo untada con grasa de carro.

Los diablos, personajes completamente antagónicos a los zarragones, representan un lado triste, oscuro y siniestro. Es habitual verlos salir a recorrer el pueblo en la noche produciendo miedo entre los vecinos de la localidad. Su indumentaria consiste en colocarse unas sayas negras viejas en su parte inferior y, en la superior, a forma de camisa o blusón, unas enaguas blancas. Se pintaban la cara totalmente de negro mediante tizones o de los restos que quedaban en la parte inferior de las sartenes y se cubrían la cabeza con una boina o gorro. Para deformar aún más los rasgos faciales, se colocaban unos grandes dientes de patata postizos que los hacían, prácticamente, irreconocibles. Por último, iban provistos de unas enormes tijeras de las que se utilizaban para esquilar las ovejas y el ganado, las cuales las iban abriendo y cerrando continuamente, produciendo un ruido característico y siniestro.

Las Madamas, consideradas la versión femenina de la fiesta de los carnavales de Luco, participaban en la fiesta con el objetivo de reivindicar sus derechos alejándose de la sociedad machista del momento.

En cuanto a la vestimenta tradicional, las mujeres de las clases más bajas de la localidad, se disfrazaban colocándose una silla pequeña encima de la cabeza y sobre ella situaban una colcha o tela grande que, a modo de túnica, les cubría la cabeza y todo su cuerpo. Las vecinas de las clases más altas se vestían con trajes y adornos lo más llamativos y vistosos posibles, para de alguna forma aparentar y demostrar su poder y riqueza respecto al resto de mujeres del pueblo.

Carnaval de El Hierro (Santa Cruz de Tenerife)

5En la isla de El Hierro el carnaval de “Los Carneros” es una tradición que tras la Guerra Civil estuvo a punto de perderse y quedar en el olvido, pero gracias a un ciudadano de Frontera, Benito Padrón, no llegó a hacerlo. Aún hoy, se conserva el legado que él dejó, donde con casi 90 años, supervisaba y ayudaba a los jóvenes en la colocación de sus peculiares vestimentas. Los jóvenes del pueblo de Frontera se atavían con las pieles de los carneros, muy resecas y olorientas, obtenidas meses e incluso años atrás, que este singular señor guardaba en su bodega, y que cada año por Don Carnal, desempolvaba para deleitar a quienes se atreven a desafiarlos, pues se dedican a correr tras los más pequeños y no tan pequeños, para asustarlos y embadurnarlos de tinte negro.

También forma parte del espectáculo de “Los Carneros”, la figura que popularmente llaman “El Loco”, que no es más que un pastor, que bajo una careta ayuda a los carneros a sembrar el pánico envistiendo a los presentes.

Carnaval de Santoña (Cantabria)

2El Carnaval de Santoña, también denominado “Carnaval del Norte”, está declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional. Tiene un carácter eminentemente marinero y cuenta con la participación de buena parte de los vecinos disfrazados de diversos peces. El momento cumbre es el “Juicio en el Fondo del Mar”, donde se juzga al besugo por el secuestro de una sirena antes del último acto, “La Quema del Besugo”. El juicio se compone de un tribunal de distintas especies de peces y es presidido por Neptuno que, tras oír las declaraciones de los testigos, absuelve al besugo. Sin embargo, el besugo, rey simbólico del carnaval, al verse rechazado por la sirena, muere de amor, procediéndose a su entierro y quema en la bahía.

El Carnaval de Solsona (Cataluña)

4El Carnaval de Solsona es una fiesta declarada de Interés Nacional y destaca por ser un carnaval diferente, singular y con una personalidad propia. Hablar del Carnaval de Solsona lleva inevitablemente a hablar de sus “Gigantes Locos” para introducirnos en el conjunto de la fiesta y descifrar su significado entendiendo de esta forma la simbología de estos elementos. La burla y la irreverencia son la tónica de esta fiesta, pero para reírse de los demás primero hay que reírse de uno mismo, y esto es algo

utilizado por los solsonins: burlarse de su nombre, burlarse de sus autoridades y sobre todo burlarse de la fiesta más grande de la ciudad hasta entonces: la fiesta Mayor. La familia de los “Gigantes Locos” baila al son del Bufi, el himno del carnaval propio y único de Solsona. Son gigantes jorobados, panzudos y calvos, de caras grotescas y dotados de brazos articulados que reparten palos para animar a la gente a bailar con ellos.

3El burro es otro elemento característico de este carnaval y tiene una historia propia. El mote de “mata-burros” fue asignado despectivamente a solsonis a raíz de la leyenda según la cual se colgó a un burro del campanario con el objetivo de que se comiera unas hierbas. Evidentemente el burro murió estrangulado. La polémica estuvo servida durante mucho tiempo. Ahora, se trata de un burro de cartón y cada sábado de carnaval se nombra mata-burro de honor a un personaje popular del país para dar el pregón y presidir la colgada del animal.

1Otra característica del Carnaval de Solsona es que no hay disfraces sino que todas las comparsas llevan unas batas de colores, que las diferencian unas de otras.

De entre los actos singulares de esta festividad cabe destacar La Cena Gras, es una opulenta cena para buenos comensales que inicia la carrera carnavalesca el jueves. Ésta entablada conjunta, llamada también cena de músicos, se complementa con el recital de música sorda. Cualquier elemento sonoro, instrumentos musicales aparte, como cacerolas, tapaderas y otros enseres, sirven para hacer el máximo alboroto por las calles.El viernes la fiesta continúa con la Carrera de Boito, unos ingenios difícilmente definibles, que consisten, básicamente, en una madera con ruedas que se convierte en un aparato móvil. Al terminar, el Baile del Batacazo llena la plaza Mayor. El acto, de los más conocidos del Carnaval de Solsona, se celebra cada año sábado, junto con el Mercado del Carnaval, una parodia de los mercados tradicionales.

El Domingo de Carnaval muy temprano, hacia las nueve de la mañana, la población se despierta repentina por el sonido de la tormenta pirotécnica que llena de ruido calles y plazas. En medio de petardos y cohetes, los madrugadores acuden al reparto comunitario de la popular sopa escaldada. Todo el que quiere recibe su ración de sopa caliente antes de empezar el baile llamado “de los escaldados «.

Cinco maneras de vivir el carnaval de forma diferente y única por las singularidades que presentan y por los lugares en los que tienen lugar, ideales para pasar unos días divertidos empapándote de sus costumbres, tradiciones, su cultura y su gastronomía.

¿A qué esperas para poder elegir? Ellos te acogerán como uno más. Disfruta de algunos de los carnavales más ancestrales de España.

 

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